Padecer día tras día los influjos de MALÉFICO,
esbirro de la territorial, puede tener graves consecuencias para cualquiera de
sus cortesanos y lacayos. Incluidos sus diablos particulares, a los que él
llama Fieles Amigos, que no significan nada para él; sólo son instrumentos que
multiplican su gama de poderes y engrosan su ejército de monstruos ejecutores,
cuánto más para el pueblo llano.
Trabajar bajo las órdenes de MALÉFICO, envuelto de
vanidad y suficiencia, es terrible. Sus contadas comparecencias ante la plebe y
las reuniones de poder se desarrollan habitualmente en un ambiente de
frustración y amargura. MALÉFICO despliega su arrogancia y no le importa desdecir
a quien sea, incluyendo a superiores. En ausencia de MALÉFICO, las reuniones se
desarrollan en un inusual ambiente de trabajo y cordialidad, como ha ocurrido
recientemente.
Imparte toda clase de instrucciones, muchas no
pensadas y contrarias a las normas de conducta de la entidad. Todo ello
aderezado con los poderes de visión de futuro que despliega desde su
superioridad, lanzando tanto él como sus diablos mensajes de desánimo como:
“sobra plantilla”, “os veréis en la cola del paro”, “dad gracias porque a día de hoy seguís
cobrando un sueldo”, “el que quiera conciliar, tiene el INEM”, “la entidad
dejará de contar contigo si no trabajas por la tarde”, “no me temblará el pulso
para cesar a cualquiera”.
¡Mucho cuidado con caer en
la trampa! Las soluciones mágicas a la mora o la consecución de objetivos por
la vía rápida son auténticas manzanas envenenadas o ruecas con las que te
pincharás sí o sí.
No claudiques nunca a las órdenes que impliquen
saltarse la normativa: MALÉFICO no
estará allí para rescatarte cuando AUDITORIA te examine o te las veas con el
abogado de algún cliente.
MALÉFICO se lavará las manos y, aunque te deba la
vida, dejará que te petrifiquen con un expediente sancionador: despido,
suspensión, o en el mejor de los casos, cese. Los esbirros que te señalan con
el poder de su dedo, que te empujan y acorralan para que cumplas, mostrarán su
cobardía ante la AUDITORIA: “Yo nunca he ordenado eso”. “Se ha extralimitado”. Ya lo están haciendo.
CUMPLIR con la empresa es realizar bien tu trabajo,
ateniéndote a la formación que BMN imparte. Si con esas reglas no es posible conseguir los objetivos es que, o no
saben establecer reglas, o no saben marcar objetivos.
Tienes derechos que le pesan especialmente a
MALÉFICO. Son tuyos y están aquí, conquistados por todos, por tu sindicato de
toda la vida, por UGT: Logrados para que te abonen los kilómetros si te exigen
desplazamientos, para que cumplas tu jornada, PARA QUE TRATEN CON DIGNIDAD Y
RESPETO. NO TE PUEDEN APLICAR EL ERE SI NO SE AJUSTA A LO FIRMADO CON LOS
SINDICATOS, por más que MALÉFICO intente inventar o saltarse las normas.
Sólo existe un poder contra este personaje: el
trabajo serio, bien hecho, en equipo, en definitiva la profesionalidad y la
unidad de los trabajadores. La actuación conjunta y contundente contra los que
son la nada y se sostienen unos a otros, y el apoyo que te proporciona TU
SINDICATO.
No tenemos ningún miedo a plantar cara, denunciar
los abusos y hacer lo que tengamos que hacer. No tenemos nada que admirar ni
agradecer a estos que nos han traído a donde estamos.
MALÉFICO: ¿Héroe o villano?
Mejor si fuese héroe, él decide.