3En reunión celebrada
ayer día 27, BMN tuvo a bien por fin informar a la representación sindical
del Plan de Recapitalización y Reestructuración aprobada por Bruselas,
cuyo objetivo es conseguir las necesidades de capital (2.208 mill.) estimadas
por Oliver Wyman.
El plan de
Recapitalización supone en grandes rasgos:
- La conversión
en acciones de los bonos convertibles subscritos por el Frob (915 mill.) y los
inversores particulares (240 mill.).
- La venta de la red
en Cataluña y Aragón a B. Sabadell que supone la disminución de las necesidades
de capital en 770 mill.
- Traspaso al Sareb
de 11.753 mill.
- La entrada de
nuevo capital publico por 730 mill.
- Salida del
capital público entre 2015 y 2017
a través de bolsa o inversores.
El proceso de
reestructuración durará 5 años y obligará a reducir en un 50% tanto la red de
oficinas como el número de empleados que figuraban a 31/12/2010.
Este Plan implica un
cambio del modelo de banco y tipo de negocio, debiendo replegarse a sus zonas
geográficas de origen y dedicándose exclusivamente a banca de particulares y
pymes.
Tras la venta de la
red de Cataluña y Aragón (462 oficinas y 2.003 empleados), imprescindible para
no entrar en proceso de disolución, se tendrán que cerrar 107 oficinas más y eliminar 863 empleos adicionales,
para que en 2017 el número de oficinas sea 795 y 4.189 los empleados.
Los cierres de
oficinas se repartirán al 50% entre los territorios naturales y los
considerados de expansión.
Hasta aquí las
noticias. Ahora, os contaremos la verdad.
Ya se ha demostrado que la viabilidad de nuestro grupo se basa en
deshacer todo lo que su equipo directivo ha perpetrado en los últimos años. En
volver a donde nunca debimos salir: negocio apegado a la gente, a las pequeñas
empresas y al territorio.
Olvidar la megalomanía y los pelotazos. Reivindicar la oficina basada en
el fomento del ahorro y la inversión productiva y olvidar esas redes de élite
donde se mimaba al especulador y se fomentaba el pelotazo.
Sin embargo, los padrinos de esta política catastrófica siguen al timón
de la nave y, en cuanto puedan, volverán a las andadas.
En segundo lugar, este nuevo plan de reestructuración no viene
impuesto ni por Bruselas, ni por Economía. Se trata de un plan, no debemos
olvidarlo, que ha sido elaborado por BMN y aceptado por los
supervisores.
Puesto que, como han dejado claro en numerosas ocasiones, su único fin y
criterio de viabilidad es la "continuidad del equipo directivo", no
les importa ser más papistas que el Papa y proponer medidas que entendemos
desmesuradas.
De ahí que este nuevo golpe contra la plantilla no merezca para ellos la
consideración de un ajuste extraordinario. Están dispuestos a luchar hasta la
última gota de sangre (de la nuestra).
Ante esto sólo cabe aumentar la unión entre los trabajadores, los
territorios y con nuestra representación sindical. Aumentar la afiliación y la
participación activa en las movilizaciones que, por desgracia, estamos seguros
que habrá que plantearse en el futuro.
Después de los Reyes se no convocará para negociar este plan de
reestructuración junto con la negociación pendiente sobre homogenización de las
condiciones laborales en grupo BMN. Nosotros estamos deseando expresar nuestro
deseo de homogeneizarnos con el equipo directivo, su continuidad a toda costa y
sus "sacrificios" salariales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario