Partiendo
de que ya ninguno de nosotros trabaja en su Caja de origen y que todos sufrimos
el duro exilio del BMN, era necesario abordar, por fin, la negociación a la que
nos habíamos comprometido para la armonización de condiciones salariales y
sociales en todos los territorios.
UGT ha
mantenido durante el proceso unas premisas muy claras:
·
Que nadie sufriese una
disminución salarial y, por tanto, que los beneficios para unos no fuesen perjuicio
para otros. Esto es fundamental para conseguir un sentimiento de cohesión en la
plantilla sin el cual estamos inermes ante la gerencia.
·
Favorecer a los empleados con
menor poder adquisitivo independientemente de su entidad de origen. Esto es
fundamental para los sindicatos que, como la UGT, defienden que la solidaridad
no es enemiga del reconocimiento del mérito, sino su fundamento
Por
tanto, es preciso subrayar que con este acuerdo nadie va a ver disminuir su
salario en el Territorio de Andalucía, frente a los augurios de muchos, y que
los de renta más baja se verán directamente beneficiados.
También
es necesario destacar que no es el momento de posturas sindicales que defiendan
intereses de grupos o de territorios porque esto nos debilita a todos,
incluidos esos grupos y territorios.
Por
último, debemos valorar el que se haya evitado un proceso de arbitraje que
hubiese supuesto, sin duda alguna, recortar todo lo que estuviese por encima
del Convenio Colectivo.
En el
apartado de beneficios sociales, debemos recordar que la Gerencia pretendía
reducirlo todo al Convenio pelado, tal como hubiese resultado del proceso de
arbitraje. Sin embargo, para evitar un conflicto garantizado, finalmente
también se han salvado los muebles en este aspecto. Incluso con importante
mejora en aspectos concretos según el territorio de origen:
·
Preservación de la jornada vigente en Andalucía y
extensión a toda la entidad.
·
Consolidación de las
vacaciones, marcando un mínimo de 25 días.
·
Persistencia de una cuenta
remunerada y mejora respecto al importe del descubierto permitido y su exención
de pago de intereses.
·
Se aumenta el importe para
compra de vivienda habitual. Y muy importante: Se puede solicitar por segunda
vez en casos muy reales y muy presentes, como la movilidad geográfica.
·
Incremento del importe del
préstamo social.
En
definitiva, un acuerdo que podemos considerar como equilibrado, no sólo entre
trabajadores y empresa, sino, lo que es más importante, entre territorios y
niveles salariales.
Terminamos
con un aviso a la
gerencia. Sabéis que un sindicato importante en la
representación laboral de Andalucía ha decidido, al menos de momento, no
suscribir este acuerdo. No vamos a criticar a los compañeros porque seguimos
creyendo que la unidad entre los trabajadores es nuestra única salvación en
este triste exilio. Pero no podemos pasar por alto que la gerencia no ha
permitido, hasta ahora, que ningún sindicato importante se descolgase de un
acuerdo. La diferencia es que falta sólo un año para las próximas elecciones
sindicales y pueden haber caído en la tentación de facilitar la campaña a
quienes tienen que justificar su posición ante determinados colectivos.
Que no
se equivoque la
gerencia. Los trabajadores no se chupan el dedo. Si existen
maniobras de este tipo, ni van a conseguir mayorías sindicales más cómodas que
las actuales, ni van a dividir a la representación sindical.
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