Ayer día 24 de mayo se aprobó en la Comisión Central de Seguimiento solicitar a la autoridad laboral el denominando “balanceo”. Esto significa que las bajas voluntarias indemnizadas (45 días/42meses) no cubiertas en el territorio de Sa Nostra, pasan al conjunto de BMN, y estarán disponibles en cualquier territorio. Se aprobó por unanimidad, de la que únicamente se desmarcó U.O.B.
El origen del “balanceo” está en el acuerdo de empresa específico firmado por la última dirección de Sa Nostra que modificó al alza lo firmado para el resto de trabajadores de BMN. En su literalidad establece “!que cualquier persona acogida al ERE de 14-9-10 tiene derecho a que se le dote un Plan de Pensiones hasta los 65 años”. Esto para cualquier edad y sin distinguir entre la prejubilaciones iniciales y las bajas voluntarias indemnizadas con 45 días/42 meses.
Ante esta circunstancia particular, la empresa entiende que esas dotaciones están referidas, como en el resto de territorios, a las prejubilaciones y no a las desvinculaciones voluntarias. Afirma que el sobrecoste es inasumible y que no lo asumirá y que el acuerdo le permite aceptar o no las bajas voluntarias indemnizadas con 45 días/42 meses (así está expresamente recogido en el clausulado).
La empresa pide que se reinterprete el acuerdo específico de Sa Nostra reconociendo (como todo el mundo reconoce en privado) que la dotación no es aplicable a las desvinculaciones sino sólo a las prejubilaciones. Adelanta que si no se reconoce este extremo, ejercerá su derecho y no aceptará la desvinculación de ninguna persona procedente de Sa Nostra.
U.O.B. no acepta la reinterpretación y la empresa no acepta desvincular a las personas de Sa Nostra que lo habían solicitado. La decisión de U.O.B. bloquea la situación e impide que, hoy por hoy, nadie procedente de Sa Nostra se pueda desvincular voluntariamente.
Llegados a este punto cualquiera comprende que dan igual las sentencias judiciales que pudieran eventualmente dar la razón a U.O.B., porque no anularían el derecho paralelo de la empresa a aceptar o no (y sin necesidad de motivar su decisión) las desvinculaciones en Sa Nostra, al amparo del acuerdo 14-9-10 y los posteriores que pudieran relacionarse con este.
Si U.O.B. acepta la reinterpretación, la situación se normaliza en Baleares y entra en la normalidad del resto de BMN.
Si U.O.B. sigue aplicando su rodillo sindical y no desbloquea, deja literalmente a la intemperie (y en el peor momento posible) a decenas de personas afectadas y que ya han manifestado su deseo de acogerse a la desvinculación. A estas personas y nos tememos que a las que en un futuro inmediato quieran hacerlo. El bloqueo de U.O.B. no significa que las cosas queden como están pues la empresa manifestó que los excedentes en Baleares saldrán por una vía o por otra pero que saldrán. Sugirió que las nuevas salidas podrían terminar por hacerse en otras condiciones económicas y legales. U.O.B. está jugando con fuego.
Los tiempos están cambiando. Ya no se puede seguir viviendo ensimismados en un mundo que fue pero que ya no existe. La inmensa mayoría de la representación sindical de BMN así lo ha entendido. Todos menos ellos.
Ahora, en estos momentos tan duros y difíciles, U.O.B. debe decidir si desbloquea o no el futuro de estas familias. Si no lo hace, debe explicar el porqué. Y debe hacerlo sin triquiñuelas, argucias legales o matices procedimentales. Estamos hablando de algo demasiado importante y serio como para que no se pueda explicar en unas pocas líneas.
Madrid, 25 de mayo de 2012
UGT-BMN
Madrid, 25 de mayo de 2012
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