En la reunión celebrada el jueves, 7
de febrero, en Madrid con la Dirección de BMN, ésta recibió una respuesta unitaria y contundente a sus propuestas iniciales
de acometer un nuevo proceso de reestructuración de BMN, combinado con el
desarrollo de la homologación de condiciones de las plantillas de las
diferentes territoriales.
Dicha respuesta se puede resumir en
los siguientes puntos, coincidentes con el planteamiento inicial de la UGT de
cara a esta negociación:
Exigir a la gerencia la información real
y oficial que requiere cualquier proceso de este tipo, así como planes de
negocio, cuantificación del ahorro económico previsto/necesario, criterios para
el cierre de sucursales y acuerdos alcanzados con las autoridades monetarias,
etc.
Mantenimiento del empleo como guía de cualquier
negociación. En aquellos casos en que se nos demuestre que no es posible,
fomentar y dar absoluta prioridad a medidas con carácter voluntario como
prejubilaciones, bajas incentivadas, excedencias, traslados, etc., y
suspensiones temporales de contrato, antes que cualquier despido
indiscriminado.
Abordar la adaptación y/o solución
de las medidas vigentes del anterior Acuerdo Laboral de Reestructuración de 17
de mayo de 2012.
Separar la negociación de la
reestructuración y la negociación de la homologación y armonización de
condiciones laborales, sociales y salariales, dejando claro que cualquier
medida que se adopte ante una situación coyuntural acreditada será temporal,
mientras ésta se mantenga.
Por último, manifestar que tomamos
como escenario más desfavorable lo acordado en Bankia y Banco de Valencia,
entidades que se encuentran o intervenidas o en fase de liquidación, por lo que
no sería aceptable que BMN, en mucha mejor situación, según nuestros gestores,
no supere esos mínimos.
La gerencia manifestó que no
profundizaría en ninguno de los asuntos a debate hasta poder evaluar nuestra
propuesta, aunque, para asombro de todos, manifestaron que sus planteamientos
estaban por debajo de lo acordado en Bankia y Banco de Valencia.
Por tanto, su postura, si se
mantiene en esos términos, constituye una invitación a que los trabajadores de
BMN nos movilicemos para evitar que nos apliquen condiciones peores que a
entidades intervenidas. Si los dirigentes de BMN hacen todo lo posible por
evitar la intervención y mantener sus puestos de trabajo y sus
condiciones salariales, es hora de que los trabajadores nos vayamos preparando
para defender lo nuestro, donde y como haga falta, sin excluir ninguna medida
de presión.
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