Intervención de UGT en la Asamblea General de Caja Granada

Reproducimos nuestra  intervención en la Asamblea General de Caja Granada de ayer día 22 de diciembre. La respuesta del Sr. Presidente fue absolutamente desproporcionada, descalificando tanto el contenido de la intervención como al mismo compañero que la leyó. Creemos que no estuvo atento y no escuchó nada de lo que dijimos.

 

 

Sr. Presidente, Sres. Consejeros:

Cuando a mediados de 2010 se inició la gestación de esto que entonces se definía como SIP, los miembros de UGT en los órganos de Gobierno de CajaGranada prestaron un apoyo firme y decidido al proyecto que entonces se nos presentó. Y lo hicimos ante circunstancias y en un entorno que no eran ni facilitadores ni favorables al proyecto.

UGT y su sección sindical a la que represento, seguramente, fue la más implicada ante la plantilla. Por eso nos consideramos con autoridad moral suficiente como para hablar claramente del resultado obtenido frente al proyecto en el que nos implicamos con tanta intensidad.

A fecha de hoy CajaGranada no ejerce actividad financiera. No tiene sucursales. Ni mis compañeros ni yo formamos parte de su plantilla. Este mismo edificio en el que estamos no es propiedad de CajaGranada, ni tan siquiera lo es su nombre.

Muchas familias humildes, cuyos empleos en limpieza, seguridad, empresas proveedoras locales, dependían de nuestra actividad, han perdido sus puestos de trabajo. El impacto negativo en la economía local es creciente. Se han cerrado numerosas oficinas y los servicios centrales están siendo sistemáticamente desmantelados antes de su práctica desaparición. Todo esto se traduce en empobrecimiento de la población e incremento del riesgo de exclusión financiera de amplios sectores. Y todas estas decisiones y políticas se están diseñando y ejecutando, no ya fuera de Granada, sino fuera también de Andalucía.

Para los trabajadores a los que representamos, el cambio no ha podido ser más entristecedor. Desde el 1 de octubre hemos dejado de pertenecer a CajaGranada y somos empleados del Banco Mare Nostrum. Cambio, por cierto, del que nos ha informado la Seguridad Social, que no nuestra Caja, mediante una carta comunicándonos la baja y el alta.

Del mismo modo que todos los aquí presentes nos sentimos responsables de la buena marcha de un negocio financiero que ya no nos pertenece, también estamos seguros que a todos los aquí presentes les preocupará el malestar, el nerviosismo y la indignación de una plantilla cuya situación tampoco tiene nada que ver con la prevista y aprobada inicialmente. De forma sistemática, la dirección de BMN interpreta abusivamente o directamente incumple los acuerdos firmados y vigentes, por no hablar de su falta de respeto a la legislación laboral general. La práctica de BMN no incluye una relación fluida con los trabajadores. Su actitud está provocando que la negociación y el diálogo se tengan que sustituir por la movilización de todos los sindicatos, sea cual sea su orientación, o por el recurso a la Inspección de Trabajo y el Conflicto Colectivo.

El irregular y arbitrario despido de una compañera que se produjo hace unas semanas y que se ha anulado sólo tras la presión y la protesta, como todos ustedes saben, ilustra los nuevos tiempos que afrontamos la antigua plantilla de CajaGranada. Nuevos tiempos que incluyen amenazas de ERES, ERTES y despidos masivos de los que se habla con asombrosa naturalidad.

Sr. Presidente, esta Asamblea le apoyó en la defensa de unas líneas rojas entre las que estaba el respeto a los puestos de trabajo. Por eso reclamamos de Vd. y de todos los OO. GG. de CajaGranada la ratificación de su compromiso claro, inequívoco y decidido en la defensa del mantenimiento de los puestos de trabajo y el respeto a las condiciones laborales pactadas y vigentes.

Esta Asamblea alentó en 2010 un proyecto de integración y colaboración que preservaba buena parte de su ADN genético y de la infraestructura de nuestra Caja. Su control por parte de la sociedad, poderes públicos democráticos, impositores y trabajadores, y su compromiso con el territorio y los puestos de trabajo. Sin embargo, en mayo de 2011 terminamos aprobando algo radicalmente distinto y que suponía, de hecho, la desaparición de CajaGranada como entidad financiera. Lo hicimos convencidos por su relato respecto al cambio en los factores externos financieros y normativos que nos abocaban a ello.

De nuevo estamos en un momento, en el que lo que parecía el punto de destino será solo una estación intermedia. En esta nueva etapa sigue siendo necesario hacer lo imposible para preservar el ADN de la Entidad. Este debe ser norte y guión de cara a la inminente segunda vuelta de fusiones en el sector financiero que nos dejan en la tesitura de diluirnos, no sólo como entidad, sino incluso como idea.

El objeto social de CajaGranada, lo que sigue justificando la presencia de todos nosotros aquí, no ha cambiado. Y no consiste en establecer la distribución o el reparto de unos dividendos en forma de obra social. Sigue consistiendo en el fomento del ahorro popular protegiéndolo de la usura, y en la promoción social de nuestro territorio de implantación.

Por ello esta Asamblea debe mandatar expresamente a los representantes de CajaGranada en los órganos de gobierno, de BMN ahora o de quien proceda después,  para que la defensa activa de todas las líneas rojas marcadas en su día sea el eje de su acción. Líneas que, a nuestro juicio, más allá de marcas comerciales y mantenimiento de ficciones se concretan en cuatro puntos que lo resumen todo:

Mantenimiento del empleo y de los puestos de trabajo con expresa renuncia a medidas traumáticas y no pactadas, respetando los acuerdos firmados con BMN y los acuerdos laborales y sociales vigentes en CajaGranada.

Búsqueda e implantación de fórmulas y medidas que minimicen la pérdida de puestos de trabajo, directos e indirectos, en nuestra tierra.

Respaldo a cualquier proyecto de futuro que salvaguarde la idea de gestión social y participativa en sus órganos de gobierno y su lealtad territorial y, por último,

Mantenimiento del índice actual de acceso de la población a los servicios financieros, especialmente en las comarcas y localidades más desfavorecidas.

Muchas gracias.