El miércoles 22 nos reunimos en Alcalá 28 la representación de los sindicatos y de la gerencia para conocer un avance del plan de viabilidad de BMN hasta 2016. El objetivo del plan se supone que es garantizar la pervivencia autónoma de BMN respondiendo tanto a las exigencias regulatorias como al reto de la competencia con los demás bancos. Para ello se cuenta con un plan de negocio 2012-2016, con una estrategia corporativa de fusiones o adquisiciones y con la propuesta de la dirección de BMN para la “segunda reestructuración laboral”.
La estrategia corporativa principal se basa en la adquisición del Banco de Valencia. Eso nos daría dos años, pues se consideraría como una fusión, para aportar las nuevas dotaciones exigidas por el riesgo inmobiliario. También nos permitiría captar en bolsa, mediante ampliación de capital, los recursos que nos faltan para llegar a las nuevas exigencias en función del riesgo.
La estrategia laboral gira en torno al objetivo de alcanzar un acuerdo antes del 31 de marzo en base a su propuesta de segunda reestructuración. En ella, se plantean drásticas medidas para poder ofrecer como sacrificio ante el altar del Banco de España y no verse forzados a compartir sus poltronas.
La propuesta que nos entregaron ayer es su plataforma de máximos y ellos cuentan que con los sindicatos cumpliremos con nuestro deber de difundirlas entre las plantillas. Así se ve favorecido su propósito de sembrar el pánico, fomentando el sálvese quien pueda, la renuncia de compañeros a su puesto de trabajo ante las terribles perspectivas que se le presentan y divide y vencerás.
Podemos resumir su discurso de ayer en que el grupo BMN cuenta con un futuro esplendoroso siempre que elimine la grasa sobrante. Además, tienen ya identificados los eslabones supuestamente débiles de las plantillas: los empleados de Servicios Centrales y de oficinas pequeñas y poco rentables en general y las condiciones laborales de Caja Granada y Sa Nostra en particular.
Con su propuesta de ayer pretenden ahondar en estas divisiones y convencer a la mayoría de las plantillas de que su beneficio resultará del perjuicio de esos “pequeños” colectivos.
La postura que le manifestamos desde UGT fue no sólo de oposición sino de estar dispuestos a la confrontación si persisten en sus descabelladas propuestas. Una plataforma reivindicativa de la gerencia que no sólo tiene un encaje imposible en el Convenio Colectivo que acabamos de firmar sino que incluso sobrepasa al Convenio de Banca.
Este rechazo fue compartido por el resto de grupos y se va a plasmar en un comunicado conjunto que recibiréis en breve.
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