De las notas de prensa y de las declaraciones de sus directivos, se desprende que las cosas en BMN van bien, que pueden cumplir las nuevas exigencias regulatorias en tiempo y forma y con sus propios recursos, que son capaces de provisionar casi 900 millones en un año y que quieren reducir en 2012 el riesgo inmobiliario en un 50%. Hay otros datos que confirman la evolución positiva. Así por ejemplo, los sueldos y salarios de los directivos que han aumentado hasta niveles muy superiores a los que tenían en las cajas de origen (cuando se premia generosamente a los gestores de una empresa es, normalmente, porque las cosas van bien) y tampoco es mala señal la compra y adecuación de edificios en el paseo de Recoletos de Madrid, donde el metro cuadrado vale un pico. Las cosas deben ir muy bien.
De la buena marcha de la Entidad es otra prueba la falta de problemas importantes que permite que los mas altos dirigentes de BMN centren su actividad en la, aparentemente, extraña operación del Banco de Valencia. El fundamento reconocido de la operación es entrar en fusiones sin perder el control de la entidad resultante. Hay quien opina que la adquisición de este melón cerrado que es el Banco de Valencia (¿estará lleno de sorpresas desagradables que puedan contaminar y perjudicar el futuro de todo el grupo?) no tiene más objetivo que salvaguardar sus sillones y cargos, que no tiene otro origen que los intereses personales. Pero, en cualquier caso, estábamos dispuestos a creer que eran meras habladurías, y que las cosas en realidad, se hacen bien y van bien.
Y cuando más convencidos estábamos, nos vienen con el cuento de que las cosas van tan bien que es imprescindible una drástica reducción de los gastos de personal. Y todos debemos entender que cuando hablan de gastos de personal hablan de los nuestros, no de los suyos. Esta reducción incluye medidas inéditas nunca conocidas en el sector, como son las reducciones salariales y ERES malos para dejar a gente en la calle. Y por supuesto, para que nadie se sienta tranquilo en ningún centro de trabajo, nuevos cierres de sucursales esta vez sin garantías ni limitación de movilidad.
Por filtraciones de prensa nos enteramos de que dicen que los “excesos” de personal se concentran en Baleares y Andalucía. Son evidentes filtraciones interesadas con el “sano” objetivo de dividir a los trabajadores por territorios sumándose al otro intento de división, esta vez por edades, que supone la propuesta simultanea de ERES VIP y ERES “puros y duros”.
Si “su” banco va bien ¿por qué quieren hacer cosas que jamás se hicieron en las cajas? ¿Si no va bien porqué se multiplican sus sueldos, compran ostentosos palacetes en el centro de Madrid y pretenden entrar en aventuras que sólo se explican desde el interés estrictamente personal?
Nos preocupa el futuro de la Entidad. Cada vez es más que evidente que la fiesta que para ellos fueron las cajas ahora quieren continuarla, a lo grande, en “su” banco. Pero financiándola con el sacrificio de los trabajadores, a su costa.
Nos preocupa que la gestión de esta Entidad esté centrada en la salvaguarda de sillones, puestos e intereses, no en la viabilidad y buena marcha de la empresa, de sus trabajadores.
Antes de plantear ningún tipo de esfuerzo adicional a los trabajadores la actual gerencia debería presentar un proyecto de futuro creíble y viable que traiga un poco de estabilidad al horizonte de la empresa y al de sus trabajadores. Antes de pedir ningún tipo de sacrificio nuevo, la actual gerencia debe ser capaz de convencer de que hace las cosas por el bien de todos y por la consolidación de la empresa.
Hacer las cosas bien significa gestionar con un mínimo de talento la Red Comercial y cuidar a sus trabajadores, porque el látigo puede funcionar en un sprint, pero si se mantiene mucho tiempo revienta al caballo. Hacer las cosas bien significa cuidar a los clientes, darles motivos para que lo sigan siendo (¡que difícil es recuperar un cliente perdido!) porque se les está tratando con la misma prepotencia y distancia con la que se trata a los trabajadores ¡y no están los tiempos para eso!. Tienen que justificar sus grandísimos sueldos y hacer las cosas realmente bien, gestionar en bien de TODOS y no exclusivamente de sus intereses egoístas. Porque esto no es de ellos, que no han puesto ni un duro.
En las próximas semanas se irán concretando las “propuestas” de la empresa y no serán buenas, porque ya han anticipado que quieren bajas de salarios, cierres de oficinas y reducción de plantilla. Debemos de estar prevenidos y no descartar absolutamente ninguna medida, todas deben de estar sobre la mesa. Porque estamos hablando de despidos y no sabemos a quien nos tocará.
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