UGT BMN-Andalucía: ¿Y el convenio?...Bien, gracias.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Y el convenio?...Bien, gracias.

Sección Sindical de UGT-IBERCAJA. 10 Noviembre 2011

  

Parece ser que nuestra patronal está esperando como agua de mayo el resultado de las Elecciones Generales para retomar las negociaciones de nuestro convenio. Y eso sólo puede significar que esperan “mejoras”. Para ellos, claro. ¿Y para los trabajadores?


La última propuesta que se hizo se puede definir claramente como vomitiva. Dos años de congelación salarial total, es decir, sin subida de sueldo y de nada. Por lo demás, bien gracias. Desde esta sección sindical de iberCaja no hemos parado de expresar nuestra sorpresa e indignación por el hecho de que solamente se exija sacrificios a unos pocos, mientras los verdaderos causantes de la situación en que se ven envueltas las cajas sigan con sus altas remuneraciones o incrementándolas.


¿Podemos firmar un convenio donde solamente se recojan “peticiones” de los gestores o de los consejeros-delegados? Hubo un momento en que parecía que estábamos a punto de llegar a un acuerdo. Un acuerdo con el que, particularmente, ésta sección sindical no estaba conforme. Nos parecía que estábamos claudicando en demasiadas cosas; que nos comportábamos de forma excesivamente “responsable”. Pero parece que cómo se veía que podíamos llegar a firmarlo la ACARL, nuestra patronal, lo rebajó todavía mas; comportamiento de manual presumiendo la debilidad sindical. Y se levantó de la mesa dando un portazo. Esperando tiempos mejores dando, por concluidas las negociaciones. Y ahora a empezar de nuevo. Pues si tenemos que empezar de nuevo, deberíamos volver a plantear un convenio donde se contemplen soluciones compensadas a las peticiones de los trabajadores y a las necesidades de las empresas: no solamente a los caprichos de los gestores.

Pedir congelación salarial mientras se declaran beneficios y los gestores se ponen millones de sueldo no deja de ser un ejercicio de cinismo, y además SE NIEGAN A HABLAR DE ELLO. Hablar de reducir personal mientras quienes diseñaron planes de expansión no sean incluidos en esa reducción, roza la desvergüenza. O ¿cómo llamar a plantear más movilidad geográfica, sin contraprestaciones, cuando ellos están bien amarrados a su sillón? Y de allí no hay quien les mueva: ni la fiscalía, ni la vergüenza. No olvidemos a quien representamos. Hasta ahora hemos podido llevar la cabeza alta, y lo hemos hecho, puesto que siempre que nuestra firma estaba en un acuerdo, ese acuerdo pensamos que era compensado o beneficiaba a los trabajadores. De otra manera nunca hemos firmado: Nunca nos han puesto la cara colorada.

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